Actividad 1. Argumentos en el bosque
1. Lean el siguiente texto.
Hansel y Gretel se internaron en el bosque con un destino preciso pero irrelevante para nuestros intereses. Ellos quizá sean los mismos que protagonizaron el cuento que leíamos de chicos pero, de serlo, es obvio que han cambiado. Parecen especialmente interesados en involucrarse en largas discusiones teóricas sobre los temas más diversos. Quizá se internen en los bosques sólo por ese motivo. Parecen creer que la vegetación incentiva la agudeza filosófica. Echemos un vistazo a alguno de esos diálogos.
HANSEL: -Gretel.
GRETEL: -¿Qué, Hansel?
HANSEL: -¿Me permitís que te transmita una mala impresión?
GRETEL: -¿Cuál?
HANSEL: -Creo que nos perdimos.
GRETEL: -¡Ay, Hansel! ¿Cómo podés decirme que nos perdimos si no hacemos más que caminar hacia adelante desde hace dos horas?
HANSEL: -Justamente. Hace dos horas que caminamos. Un gran roble presidió nuestra entrada al bosque y caminamos derecho en la dirección que indicaba la más larga de sus ramas. Dos horas de caminar pisando este suelo musgoso, sorteando espinillos y madrigueras, sintiendo el frío que trae la proximidad de la noche. Caminamos, caminamos, caminamos y, finalmente, nos perdimos.
GRETEL: -Ése no es un argumento, estimado Hansel. Eso no es más que un cuento, un relato de nuestras penurias, lo que yo te pido es una razón que sostenga tu afirmación de que estamos perdidos.
HANSEL: -Tal vez no sea un argumento, estimada Gretel. Pero sin duda el relato no deja de mostrar que la que debe argumentar a favor de la idea de que no estamos perdidos sos vos.
GRETEL: -¿Por qué?
HANSEL: -Porque es obvio que si dos personas caminan durante dos horas por un bosque sin llegar a ninguna parte entonces lo más probable es que esas personas estén perdidas.
GRETEL: -¿Y eso hace que sea yo la que tenga que dar razones a favor de lo contrario?
HANSEL: -Claro, lo más intuitivo es pensar que estamos perdidos. Entonces, ¡cómo voy a ser yo el que tenga que argumentar!
GRETEL: -El camino a la ignorancia está lleno de buenas intuiciones, mi querido Hansel. Pero voy a aceptar tu punto y te voy a dar un argumento en contra de la idea de que estamos perdidos.
HANSEL: -Soy todo oídos.
GRETEL: -Respondeme esta pregunta: en lo que respecta al carácter de estar o no perdido en un bosque, ¿hay alguna diferencia entre alguien que caminó durante una hora y cincuenta minutos y otro que caminó durante dos horas, si es que ninguno llegó a destino?
HANSEL: -No, no creo que eso haga diferencia.
GRETEL: -Y decime, ¿hace diez minutos habíamos llegado a alguna parte?
HANSEL: -No.
GRETEL: -Entonces, si hace diez minutos vos no creías que estuviéramos perdidos a pesar de no haber llegado entonces a destino y, según admitiste, esa diferencia de tiempo no permite distinguir a alguien que no se ha perdido de alguien que sí se ha perdido, entonces debés concluir que no estamos perdidos.
HANSEL: -¡¡¡Imposible!!!
GRETEL: -¿Por qué?
HANSEL: -Porque es obvio que estamos perdidos. Mirá lo oscuro que está.
GRETEL: -Pero si vos admitiste lo que admitiste al responderme las preguntas del modo en que lo hiciste, debés admitir también la conclusión. No podés admitir esas afirmaciones y rechazar la otra.
HANSEL: -Mirá Gretel, yo puedo admitir lo que crea que debo admitir. Yo admito que hace frío, porque lo siento, y no admito que estemos en la playa, porque aquí no hay ni arena, ni mar, ni gaviotas. ¿Qué problema hay en admitir algunas afirmaciones y otras no?
GRETEL: -Lo que ocurre es que algunas afirmaciones se desprenden de otras y si uno acepta las segundas tiene que aceptar las primeras. Para eso se presentan argumentos, para convencer a alguien de que debe cambiar de posición en virtud de otras posiciones que no está dispuesto a abandonar.
HANSEL: -Mirá Gretel, yo no sé ya qué es lo que debo o no debo abandonar, lo que sé es que es obvio que estamos perdidos porque a esta hora de la noche, con esta oscuridad y en el medio de un bosque, no se puede llegar a ningún lado. Y estar perdido no es otra cosa que eso, ser incapaz de llegar adonde uno desea.
GRETEL: -Bueno, Hansel, te felicito.
HANSEL: -¿Por qué?
GRETEL: -Porque ahora sí me diste un argumento.
GRETEL: -¿Qué, Hansel?
HANSEL: -¿Me permitís que te transmita una mala impresión?
GRETEL: -¿Cuál?
HANSEL: -Creo que nos perdimos.
GRETEL: -¡Ay, Hansel! ¿Cómo podés decirme que nos perdimos si no hacemos más que caminar hacia adelante desde hace dos horas?
HANSEL: -Justamente. Hace dos horas que caminamos. Un gran roble presidió nuestra entrada al bosque y caminamos derecho en la dirección que indicaba la más larga de sus ramas. Dos horas de caminar pisando este suelo musgoso, sorteando espinillos y madrigueras, sintiendo el frío que trae la proximidad de la noche. Caminamos, caminamos, caminamos y, finalmente, nos perdimos.
GRETEL: -Ése no es un argumento, estimado Hansel. Eso no es más que un cuento, un relato de nuestras penurias, lo que yo te pido es una razón que sostenga tu afirmación de que estamos perdidos.
HANSEL: -Tal vez no sea un argumento, estimada Gretel. Pero sin duda el relato no deja de mostrar que la que debe argumentar a favor de la idea de que no estamos perdidos sos vos.
GRETEL: -¿Por qué?
HANSEL: -Porque es obvio que si dos personas caminan durante dos horas por un bosque sin llegar a ninguna parte entonces lo más probable es que esas personas estén perdidas.
GRETEL: -¿Y eso hace que sea yo la que tenga que dar razones a favor de lo contrario?
HANSEL: -Claro, lo más intuitivo es pensar que estamos perdidos. Entonces, ¡cómo voy a ser yo el que tenga que argumentar!
GRETEL: -El camino a la ignorancia está lleno de buenas intuiciones, mi querido Hansel. Pero voy a aceptar tu punto y te voy a dar un argumento en contra de la idea de que estamos perdidos.
HANSEL: -Soy todo oídos.
GRETEL: -Respondeme esta pregunta: en lo que respecta al carácter de estar o no perdido en un bosque, ¿hay alguna diferencia entre alguien que caminó durante una hora y cincuenta minutos y otro que caminó durante dos horas, si es que ninguno llegó a destino?
HANSEL: -No, no creo que eso haga diferencia.
GRETEL: -Y decime, ¿hace diez minutos habíamos llegado a alguna parte?
HANSEL: -No.
GRETEL: -Entonces, si hace diez minutos vos no creías que estuviéramos perdidos a pesar de no haber llegado entonces a destino y, según admitiste, esa diferencia de tiempo no permite distinguir a alguien que no se ha perdido de alguien que sí se ha perdido, entonces debés concluir que no estamos perdidos.
HANSEL: -¡¡¡Imposible!!!
GRETEL: -¿Por qué?
HANSEL: -Porque es obvio que estamos perdidos. Mirá lo oscuro que está.
GRETEL: -Pero si vos admitiste lo que admitiste al responderme las preguntas del modo en que lo hiciste, debés admitir también la conclusión. No podés admitir esas afirmaciones y rechazar la otra.
HANSEL: -Mirá Gretel, yo puedo admitir lo que crea que debo admitir. Yo admito que hace frío, porque lo siento, y no admito que estemos en la playa, porque aquí no hay ni arena, ni mar, ni gaviotas. ¿Qué problema hay en admitir algunas afirmaciones y otras no?
GRETEL: -Lo que ocurre es que algunas afirmaciones se desprenden de otras y si uno acepta las segundas tiene que aceptar las primeras. Para eso se presentan argumentos, para convencer a alguien de que debe cambiar de posición en virtud de otras posiciones que no está dispuesto a abandonar.
HANSEL: -Mirá Gretel, yo no sé ya qué es lo que debo o no debo abandonar, lo que sé es que es obvio que estamos perdidos porque a esta hora de la noche, con esta oscuridad y en el medio de un bosque, no se puede llegar a ningún lado. Y estar perdido no es otra cosa que eso, ser incapaz de llegar adonde uno desea.
GRETEL: -Bueno, Hansel, te felicito.
HANSEL: -¿Por qué?
GRETEL: -Porque ahora sí me diste un argumento.
2. Repasen las distintas definiciones de lo que es un argumento, su función y sus diferencias con el relato. Luego, lean nuevamente el diálogo de Hansel y Gretel. Finalmente, contesten las siguientes preguntas:
· ¿Cuál es la diferencia entre un argumento y un relato? Revisen el diálogo: ¿les parece que Gretel tiene razón cuando acusa a Hansel de que relata y no argumenta?
· ¿Por qué Hansel sostiene que Gretel tiene que argumentar primero? ¿Cuál es la razón que ofrece?
· ¿Qué función y qué forma determinadas tienen para Gretel los argumentos?
· Identifiquen en qué lugar del texto se ofrece el principal argumento para demostrar que Hansel y Gretel están perdidos en el bosque.
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